Cómo las empresas inteligentes utilizan la IA china

Escrito el 10/09/2025
5 minutos


Resumen: El ecosistema de inteligencia artificial generativa de China ha evolucionado hasta convertirse en un universo paralelo al de Occidente, no en una imitación. Impulsado por presiones geopolíticas, se basa en el marco de las "3C": Personalización para necesidades locales, Liderazgo en Costos mediante la integración vertical y una Calibración obsesiva para aplicaciones del mundo real. Mientras Occidente se enfoca en la investigación a gran escala, China prioriza la eficiencia y la implementación práctica. Para las multinacionales, esto crea un imperativo estratégico para adoptar un enfoque híbrido, combinando las fortalezas de ambos ecosistemas para maximizar la innovación.


El lanzamiento de ChatGPT a finales de 2022 fue un sismo tecnológico que pareció dejar a China en la retaguardia de la carrera por la inteligencia artificial generativa. Gigantes como Alibaba y Baidu, que antes competían al mismo nivel que Google o Microsoft, se vieron súbitamente rezagados. Sin embargo, en menos de tres años, el panorama ha cambiado drásticamente. El gigante asiático no solo ha cerrado la brecha, sino que ha forjado un universo paralelo de IA, uno que opera con una lógica propia, catalizado, irónicamente, por las mismas presiones geopolíticas y controles de exportación que buscaban frenarlo.

Hoy, empresas como DeepSeek o 01.AI compiten en rendimiento con los modelos de OpenAI y Anthropic, pero lo hacen de una manera fundamentalmente distinta. Lo que emerge de China no es un clon de los sistemas occidentales; es un modelo estratégicamente diferente, diseñado para prosperar bajo un conjunto único de restricciones y prioridades. Mientras Occidente se ha enfocado en la investigación de modelos de propósito general a gran escala, China ha construido un ecosistema resiliente y modular enfocado en la eficiencia de costos, el despliegue rápido y, sobre todo, la aplicación en el mundo real.

La estrategia china se puede entender a través de lo que llamamos el marco de las "3C": Personalización, Liderazgo en Costos y Calibración.

1. Personalización de la infraestructura: En lugar de perseguir soluciones universales, las empresas chinas construyen infraestructuras modulares y adaptables, afinadas para las necesidades técnicas, regulatorias y operativas locales. Un ejemplo claro es Ant Group, que desarrolló agentes de IA médica entrenados no solo con datos clínicos, sino con la lógica de razonamiento de los mejores médicos de China. Este nivel de profundidad contextual es difícil de replicar para un modelo generalista.

2. Liderazgo en Costos en el desarrollo de modelos: La eficiencia de costos no es una ocurrencia tardía, sino un principio de diseño. Aprovechando plataformas verticalmente integradas —desde chips de desarrollo propio como los Ascend de Huawei hasta soluciones de nube—, las empresas chinas reducen drásticamente los costos de entrenamiento. Construyen para obtener resultados de negocio; los modelos y la infraestructura son un medio para ese fin, no el fin en sí mismo. Esta mentalidad pragmática les permite innovar con una fracción de la inversión occidental.

3. Calibración para aplicaciones del mundo real: Las firmas chinas están obsesionadas con la efectividad práctica. Modelos como Kimi de Moonshot AI, capaz de procesar hasta dos millones de caracteres chinos en una sola interacción, no son solo hitos técnicos, sino herramientas calibradas para casos de uso intensivos en documentos en sectores como la salud o las finanzas. De igual manera, Trip.com utiliza su LLM propio, Wendao, para crear itinerarios de viaje hiperpersonalizados en tiempo real, mientras que SF Technology optimiza su logística con modelos entrenados con un 20% de datos específicos del sector, reduciendo costos y alucinaciones.

Para los ejecutivos globales, esta bifurcación del universo de la IA presenta un desafío y una oportunidad. Ya no se puede asumir que las mejores herramientas provendrán de un solo ecosistema. Aquí es donde emerge el imperativo estratégico: la adopción de un enfoque híbrido. Empresas como Nestlé ya lo están haciendo, utilizando LLMs occidentales para la gestión de inventario y plataformas chinas para el análisis de consumidores, optimizando así la eficiencia y la relevancia local. LVMH se asocia con Alibaba para aprovechar sus capacidades de IA y localizar sus operaciones de retail digital.

El futuro de la IA no será un monólogo, sino un diálogo entre dos potencias. Las empresas que aprendan a hablar ambos idiomas, integrando lo mejor de la investigación de frontera occidental con la agilidad y el pragmatismo del ecosistema chino, serán las que lideren la próxima década. La pregunta ya no es si interactuar con la IA de China, sino cómo hacerlo de manera estratégica.