Friedrich Merz, probable próximo canciller de Alemania, sorprendió al utilizar su victoria electoral para lanzar una advertencia inesperada. No se centró en la crisis económica del país ni en el preocupante ascenso del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), sino en la relación con su principal aliado: Estados Unidos y su presidente, Donald Trump.
Merz declaró que Europa debe prepararse para defenderse sin depender de Estados Unidos, un mensaje inusual para un líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y tradicional atlanticista. El problema es que Alemania no está preparada financieramente para asumir esa carga, en gran parte por su estricta regla constitucional del "freno a la deuda".
El obstáculo financiero para la defensa alemana
La enmienda constitucional impide que el gobierno incurra en un déficit estructural mayor al 0,35% del PIB, salvo en casos de emergencia. Esto dificulta el aumento urgente del gasto en defensa, justo cuando Rusia representa una amenaza creciente y Estados Unidos muestra signos de retirada del compromiso con la seguridad europea.
Tras las elecciones, cualquier coalición viable carecerá de la mayoría necesaria para modificar la Constitución y eliminar el freno a la deuda. Aunque la CDU y el Partido Socialdemócrata (SPD) son los únicos con los números suficientes para gobernar, no podrán alcanzar los dos tercios del Bundestag necesarios para una reforma constitucional.
¿Una ventana de oportunidad antes del nuevo parlamento?
Existe un resquicio legal para aprobar el cambio: actuar antes del 25 de marzo, cuando el nuevo parlamento se instale. La actual legislatura, aunque en funciones, aún posee la mayoría necesaria para reformar el freno a la deuda. Los Verdes han propuesto una reforma limitada para financiar ayuda a Ucrania, y Merz está considerando la idea.
Sin embargo, el SPD también debe estar de acuerdo, y aún no hay consenso. Si esta oportunidad se pierde, la única opción será negociar con Die Linke, el partido de izquierda radical. No obstante, su apoyo a la eliminación del freno a la deuda está condicionado a un fuerte aumento del gasto social, algo difícil de aceptar para la CDU y su socio bávaro, la CSU.
El riesgo de inacción
Si Merz no logra un acuerdo para financiar el rearme alemán, Europa quedará aún más vulnerable. Además, al criticar abiertamente a Trump, corre el riesgo de acelerar la retirada de Estados Unidos de la OTAN y exponer las divisiones internas de la Alianza a Rusia.
Alemania tiene poco tiempo para actuar. La decisión que tome Merz antes de asumir el poder definirá su liderazgo y la seguridad europea en los próximos años.