Ucrania ha alcanzado un acuerdo con Estados Unidos para la exploración conjunta de recursos minerales, incluyendo petróleo y gas, en un esfuerzo por fortalecer las relaciones con la administración de Donald Trump. El pacto, que había sido objeto de intensas negociaciones, se formalizó luego de que Washington renunciara a su exigencia inicial de recibir 500 mil millones de dólares en ingresos potenciales derivados de la explotación de estos recursos.
Aunque el documento final no incluye garantías explícitas de seguridad para Ucrania, los funcionarios en Kyiv consideran que el acuerdo abre la puerta a un respaldo económico a largo plazo y una mayor cooperación con Estados Unidos. Este pacto llega en un contexto de incertidumbre en la relación bilateral, luego de que Trump iniciara negociaciones directas con Rusia, sin la participación de Ucrania ni sus aliados europeos.
Un acuerdo renegociado tras la presión de Kyiv
En un principio, el borrador del acuerdo incluía términos considerados inaceptables por el gobierno ucraniano, ya que proponía que EE. UU. tuviera un interés financiero del 100 % en un fondo de reconstrucción y que Ucrania cediera la mitad de sus ingresos por la explotación de minerales, hasta un límite de 500 mil millones de dólares.
Sin embargo, tras la negativa de Volodymyr Zelenskyy, Trump arremetió contra el mandatario ucraniano, llamándolo "dictador" y sugiriendo que Ucrania era responsable de la guerra con Rusia. A pesar de estas tensiones, Kyiv logró negociar condiciones más favorables, estableciendo un fondo en el que Ucrania contribuirá con el 50 % de los ingresos de la monetización futura de recursos estatales, pero con una reinversión directa en proyectos dentro del país.
El acuerdo excluye recursos minerales que ya generan ingresos para el gobierno ucraniano, lo que significa que Naftogaz y Ukrnafta, las principales empresas estatales de energía, no se verán afectadas.
Implicaciones y próximos pasos
A pesar de la firma del acuerdo, quedan muchas interrogantes pendientes. No se ha definido la participación exacta de EE. UU. en el fondo, ni los términos de propiedad conjunta de los proyectos, lo que requerirá nuevas negociaciones.
El pacto también debe ser aprobado por el parlamento ucraniano, donde se anticipa un debate intenso, dado que algunos legisladores de oposición han manifestado sus dudas sobre el impacto real del acuerdo en la soberanía del país.
Desde la Casa Blanca, la portavoz Karoline Leavitt enfatizó la importancia de cerrar el trato cuanto antes, aunque no ofreció detalles adicionales sobre los próximos pasos.
Mientras tanto, Zelenskyy podría viajar a Washington en las próximas semanas para una ceremonia de firma con Trump, lo que marcaría una nueva fase en la relación entre ambos países. No obstante, con la administración estadounidense explorando nuevas estrategias diplomáticas con Rusia, el verdadero impacto de este acuerdo en el futuro de Ucrania sigue siendo incierto.