Por Thomas Oppong
¿Te suena este viejo dicho de la gerencia, "Si no está roto, no lo arregles"?
En lugar de mantener una mente abierta para aprender mejores sistemas, modelos, prácticas, habilidades y procesos de éxito, muchas personas exitosas e inteligentes dejan de cuestionar sus principios de éxito.
Se quedan atrapados en los mismos hábitos, rutinas y habilidades. Inconscientemente dejan de considerar alternativas y constantemente confían en el mismo enfoque exitoso de ayer.
Una trampa de competencia es esa falsa creencia de que tus principios, ideas y modelos mentales pasados conducirán continuamente a éxitos futuros y a un mejor juicio.
Es una tendencia confiar en habilidades o rutinas familiares de herramientas sin medir su efectividad ahora y en el futuro.
El término se introdujo en la literatura de gestión de negocios, pero se puede aplicar en diferentes campos, como los negocios e incluso en nuestras vidas personales.
Es fácil caer involuntariamente en la "trampa de la competencia": la tendencia a gravitar hacia aquellas cosas que hacemos naturalmente sin cuestionar nuestras suposiciones, habilidades y enfoque en el trabajo.
Puedes ser tan bueno en lo que haces que puedes verte cegado por tus éxitos pasados. Hacer algo bien a menudo puede atascarte en un bucle. En lugar de crecer y evolucionar, la trampa de la competencia puede obstaculizar tu progreso incremental.
Cuando caes en la trampa de la competencia, tus competencias centrales se convierten en rigideces centrales. Te enfocas en fortalecer y confiar en la misma habilidad una y otra vez y te olvidas de otras habilidades, hábitos de trabajo y modelos mentales igualmente importantes que necesitas desarrollar para prosperar en el futuro.
El problema con la trampa de la competencia es que cuando llega el cambio, y siempre llega, nos toma por sorpresa porque no estamos preparados para ello.
Las dos consecuencias de la trampa de la competencia son la adaptabilidad reducida y las oportunidades perdidas: las dos cosas que necesita para seguir evolucionando como persona.
Lo que te llevó aquí no te llevará más allá
Para evitar la trampa de competencia, ¡interrumpe lo que estás haciendo y ponte a aprender cosas nuevas!
Al aprender continuamente nuevas alternativas, reglas, habilidades y enfoques de trabajo, puedes convertirte en tu mejor competidor.
Para tener aún más éxito con el tiempo, invierte una fracción de su tiempo, dinero y atención en nuevos métodos, herramientas y modelos que puedan resistir el paso del tiempo. Haz espacio para mejoras o reinvenciones.
Comienza a cuestionar tus suposiciones subyacentes sobre la vida, el trabajo, la carrera y lo que significa tener éxito.
Las personas verdaderamente exitosas hacen tiempo para medir sus resultados y siguen rutinas eficientes que ahorran tiempo y dinero. No te quedes atrapado en tu éxito si continúas aprendiendo a hacer lo mismo mejor.
Tómate el tiempo para analizar tus objetivos de vida y carrera y cuán productivas han sido sus estrategias y acciones durante el mes / trimestre o año.
Una revisión mensual o anual puede ayudarte a reflexionar sobre lo que está funcionando, lo que debes mejorar y las nuevas tendencias de las que puedes estar atento. Reconsidera tus procesos para realizar el trabajo y mejorar.
Cuando mires hacia atrás, busca patrones en tus acciones. Ten cuidado con las realidades y percepciones que se interponen en tu camino de éxito incremental.
En un mundo constantemente cambiante y ambiguo, los éxitos anteriores pueden obstaculizar las nuevas oportunidades. Para prosperar en el futuro, revisa tus actuaciones pasadas, adopta una mentalidad flexible y compite contigo mismo. ¡Sigue evolucionando!
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Sobre el autor
Thomas Oppong. Fundador @AllTopStartups | Colaborador en Business Insider. Comparto herramientas para productividad, riqueza, salud y crecimiento profesional.