por Ashley Whillans
Hay muchas razones por las que una fecha límite puede ser más flexible de lo que parece. Si tu gerente te pide que envíes un borrador de memorando antes de fin de semana, por ejemplo, es posible que solo necesite que esté terminado a tiempo para incluirlo en un informe que debe entregarse el próximo mes. Si bien la fecha límite para el informe final puede no ser negociable, es probable que la fecha límite interna para tu borrador de memo sea mucho más fácil y menos costosa de extender. En otros casos, es posible que una fecha límite no esté vinculada a ningún requisito externo. Por ejemplo, a veces una fecha límite sirve simplemente como un dispositivo de compromiso para alentar a un empleado a terminar un proyecto y puede ajustarse sin afectar negativamente a nadie.