Por David S Lee y Brad Glosserman 🖊
Los semiconductores son uno de los cimientos de cualquier economía moderna. Se utilizan en todo, desde electrodomésticos hasta automóviles y sistemas de armas. Sin embargo, durante la pandemia de Covid-19, de repente se volvieron muy difíciles de adquirir. La producción de chips semiconductores se concentra en Taiwán y Corea del Sur, y las interrupciones en las cadenas de suministro globales significaron que las empresas estadounidenses enfrentaron esperas de un año para obtener chips. El verano pasado, la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, advirtió que la incapacidad de acceder a los semiconductores de Taiwán llevaría a EE.UU. a una "recesión profunda e inmediata". En otras palabras, la dependencia de la producción extranjera es un riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos.