Por Alice Boyes
Pocos de nosotros queremos trabajar demasiado. Incluso cuando nuestro trabajo parezca significativo, preferiríamos trabajar para vivir, no vivir para trabajar. También nos beneficia dedicar tiempo a otros intereses y pasatiempos, la familia y los amigos, el ocio y el aprendizaje no relacionados con nuestras profesiones. Esos también son significativos para nosotros.
Aun así, es fácil dejarse atrapar (o engañar) por trabajar demasiado. Para evitar esto, necesitarás estrategias bien articuladas. Prueba estas.