En tiempos de incertidumbre, la mejor estrategia es la adaptabilidad

Escrito el 30/08/2022
5 minutos


Por Michael Mankins

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Los altos ejecutivos a menudo se lamentan: “Si tan solo tuviéramos mejores pronósticos, podríamos idear mejores planes”. Presionan a sus equipos para que presenten proyecciones más precisas sobre cómo evolucionarán sus mercados, responderán los competidores y reaccionarán los consumidores, pensando que la precisión del pronóstico es la clave para definir estrategias ganadoras.

Pero intentar desarrollar pronósticos precisos es una tontería. El meteorólogo Edward Lorenz lo demostró hace casi 60 años cuando popularizó el “efecto mariposa”. Sugirió: “Una mariposa bate sus alas en la selva amazónica y, posteriormente, una tormenta asola la mitad de Europa”. Si bien esta declaración a menudo se interpreta en el sentido de que "las cosas pequeñas pueden tener un gran impacto", la idea de Lorenz en realidad fue mucho más profunda: en los sistemas complejos, los pequeños cambios en una variable pueden no tener ningún efecto o pueden tener efectos masivos, y es virtualmente imposible predecir cuál resultará ser el caso.