En muchas organizaciones grandes, la agenda de un CEO o ejecutivo senior suele estar saturada de reuniones uno a uno (1:1). Aunque estas se consideran necesarias para la alineación, la toma de decisiones o la gestión de relaciones, en los niveles más altos de liderazgo, esta práctica puede estar saboteando los intereses de la organización. A pesar de los abundantes consejos sobre cómo optimizarlas, ninguna mejora técnica puede resolver el problema si esas reuniones no deberían existir en primer lugar.
Por qué los altos ejecutivos deberían reducir sus reuniones uno a uno
Escrito el 09/07/2025