The Economist
Olvídate de lo transitorio frente a lo persistente. El nuevo temor es que las presiones de precios sean “estructurales”
Compra acciones para poder soñar, compra bonos para poder dormir, o eso dice el refrán. Un inversor inteligente intentará maximizar sus rendimientos en relación con el riesgo, definido como la volatilidad en la tasa de rendimiento y, por lo tanto, mantendrá algunas inversiones que funcionarán bien en los buenos tiempos y otras en los malos. Las acciones aumentan cuando la economía se dispara; los bonos suben durante una crisis. Una combinación de los dos, a menudo 60% acciones y 40% bonos, debería ayudar a los inversores a obtener un buen rendimiento, sin demasiado riesgo.