Al asumir una posición de liderazgo, gestionar a un equipo diverso, especialmente cuando se compone de miembros senior, puede ser desafiante. La responsabilidad y la motivación no siempre se alinean con la experiencia, y en muchos casos, el líder debe tomar decisiones difíciles para garantizar que el equipo funcione con eficacia y que todos cumplan con sus expectativas.
Un líder, al observar que los miembros senior de su equipo no están alcanzando los niveles de rendimiento esperados, puede sentir que su capacidad para delegar y confiar en ellos se ve limitada. Aunque estos colaboradores deberían, en teoría, funcionar de manera autónoma y servir de ejemplo a los demás, sus actitudes defensivas y su falta de compromiso pueden generar frustración, además de afectar la moral y la cohesión del grupo.
Identificación de los problemas en el equipo
Una de las principales dificultades que un líder puede enfrentar en esta situación es la falta de responsabilidad en los empleados senior. Cuando los problemas en sus proyectos se presentan continuamente y estos trabajadores no asumen la responsabilidad por sus errores, es un indicador claro de falta de compromiso. Además, esta actitud afecta el ambiente de trabajo, ya que otros miembros del equipo, especialmente los junior, pueden percibir la falta de equidad y preguntarse por qué aquellos que no cumplen reciben el mismo trato o incluso mayores privilegios. Esta situación no solo debilita la confianza en el equipo, sino que pone en riesgo los valores de rendimiento y compromiso que el líder desea cultivar.
Otro desafío es la ausencia de sucesores en el equipo. Para el líder, esto representa un fallo en su propia gestión, ya que uno de sus objetivos debe ser preparar a alguien que pueda asumir su rol en el futuro. Esta situación hace que la dependencia en los colaboradores senior se intensifique, aun cuando no estén demostrando la responsabilidad ni el nivel de rendimiento esperado.
Opciones para resolver la falta de compromiso
Ante este escenario, el líder tiene varias alternativas para motivar a los miembros senior del equipo o tomar medidas correctivas:
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Coaching y establecimiento de expectativas claras: Un primer paso es dedicar tiempo a tener conversaciones individuales y directas con estos empleados. En estas reuniones, el líder debe comunicar expectativas específicas y mensurables para cada uno de ellos, resaltando la necesidad de que cumplan con ciertos estándares en su rendimiento y comportamiento. Es crucial definir claramente qué comportamientos y resultados se esperan y cómo estos se alinean con los objetivos de la organización.
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Planes de mejora de rendimiento: Si el coaching y las conversaciones no producen mejoras, el líder puede considerar establecer un plan de acción o de mejora de rendimiento. Este plan debe incluir objetivos concretos y plazos específicos para que el empleado demuestre cambios en su actitud y desempeño. Al hacer esto, el líder muestra que se están tomando medidas firmes y que el rendimiento bajo tiene consecuencias.
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Revisión de roles y responsabilidades: Si el problema persiste, puede ser necesario evaluar si los empleados están en el puesto adecuado. Es posible que una reubicación de funciones permita a estos miembros senior trabajar en áreas más alineadas con sus habilidades y motivaciones actuales, sin comprometer el rendimiento general del equipo.
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Evaluación final y toma de decisiones difíciles: En última instancia, si después de un proceso de coaching, retroalimentación y ajuste de responsabilidades, los empleados senior continúan mostrando falta de compromiso, el líder deberá considerar la posibilidad de prescindir de ellos. Aunque es una decisión difícil, a veces es necesaria para mantener la salud del equipo y asegurar que los colaboradores que sí cumplen con sus responsabilidades puedan desarrollarse plenamente.
Mantener la moral y el respeto en el equipo
Durante este proceso, el líder debe ser consciente de cómo sus acciones y decisiones impactan en la moral del equipo. La comunicación clara y la consistencia en las decisiones son esenciales para que el equipo confíe en que el líder está actuando en su mejor interés. Además, debe mantener un ambiente de respeto mutuo y apoyo, alentando a todos los miembros del equipo a expresarse abiertamente y contribuir a una cultura organizacional positiva.
Gestionar un equipo de empleados senior que no siempre muestra el compromiso y la responsabilidad esperados es un reto complejo. La clave para un líder radica en establecer expectativas claras, proporcionar retroalimentación constructiva y no temer tomar decisiones difíciles si estas se justifican. Asegurar la responsabilidad dentro del equipo es fundamental para mantener un ambiente laboral saludable y motivado, donde todos los miembros sientan que su esfuerzo y dedicación son reconocidos y valorados.