Por Kathleen Kelley Reardon
Cada persona es al menos un 75% responsable de cómo la tratan los demás. Nuestras acciones verbales y no verbales limitan o amplían las opciones de otros. Todos somos criaturas de costumbre y los patrones de comunicación nos ayudan a evitar tener que pensar en todo lo que pronunciamos. Pero cuando entramos en patrones únicamente porque no hemos podido desarrollar otras opciones de respuesta, nos volvemos predecibles. Si se te conoce por tu tendencia a evitar conflictos, por ejemplo, otros pueden generar condiciones que te harán retroceder, disculparte o alejarte. Abdicas parte de tu responsabilidad del 75%. ¡Eso no está bien!