¿Cuánta felicidad puede comprar el dinero?

Escrito el 11/11/2025
HBR


El dinero y la felicidad han sido tema de debate durante siglos. Sin embargo, la relación entre ambos no es lineal ni sencilla. A través de un juego de dados imaginario, podemos explorar cómo la percepción del riesgo y la utilidad marginal del dinero afectan nuestras decisiones financieras y, en última instancia, nuestra felicidad.


Tres juegos, tres respuestas emocionales

Imaginemos tres escenarios:

  1. Una tirada de dado cuesta $3 y ganas según el número obtenido. El beneficio esperado es de $3.50, lo que hace que el juego sea una apuesta racional si cuesta menos de esta cantidad.
  2. 10,000 tiradas a $3 cada una. Las fluctuaciones del azar se suavizan, y la ganancia esperada es prácticamente segura: alrededor de $5,000.
  3. Una tirada única que cuesta $30,000, con una ganancia de $10,000 multiplicada por el resultado del dado. A pesar de un beneficio esperado similar al escenario anterior, el riesgo de perder al menos $10,000 es suficiente para alejar a la mayoría de los jugadores.

¿Qué diferencia a estos tres juegos si el retorno esperado es el mismo? El riesgo. Distribuir el riesgo en muchas tiradas reduce la incertidumbre y aumenta la confianza. En contraste, una apuesta única y de alto riesgo genera miedo y aversión a la pérdida.

La utilidad marginal decreciente del dinero

La clave para entender por qué tomamos decisiones tan diferentes en cada escenario es la utilidad marginal decreciente del dinero. Esto significa que, a medida que acumulamos más riqueza, el impacto emocional de cada dólar adicional disminuye.

  • Para alguien que apenas tiene recursos, un millón de dólares puede cambiar su vida.
  • Para un millonario, el segundo millón apenas representa una mejora en su calidad de vida.

Esta realidad también explica por qué la mayoría evita apuestas de alto riesgo, incluso cuando el retorno esperado es positivo. La posibilidad de una pérdida significativa pesa más que la alegría de una ganancia equivalente.

La teoría de la inversión de Robert Merton

En 1969, el economista Robert Merton, ganador del Premio Nobel, desarrolló un marco matemático para optimizar las inversiones basándose en la aversión al riesgo y la utilidad marginal del dinero. Su teoría sugiere un equilibrio entre:

  • Activos de alto riesgo y alto retorno, como las acciones.
  • Activos seguros y de bajo rendimiento, como los bonos gubernamentales.

El "Merton Share" determina la proporción óptima de inversión en activos riesgosos en función de tres factores clave:

  1. El rendimiento esperado de los activos riesgosos.
  2. La tasa de rendimiento de los activos seguros.
  3. La volatilidad de los activos riesgosos.

En términos simples:

  • Si el rendimiento de los bonos cae y el de las acciones se mantiene estable, deberías invertir más en acciones.
  • Si la volatilidad del mercado aumenta, deberías reducir tu exposición al riesgo.

Lecciones clave de la teoría de Merton

  1. Todos deberían tener al menos algunas acciones. Si el rendimiento esperado de las acciones supera el de los bonos, invertir en ellas siempre tiene sentido.
  2. A veces, nadie debería poseer acciones. Durante la burbuja tecnológica de los años 90, las acciones estaban tan sobrevaloradas que su retorno esperado era menor al de los bonos.
  3. Evita la búsqueda desesperada de rendimientos. Cuando las tasas de interés son bajas, cargar tu portafolio con activos extremadamente riesgosos no es la solución.

¿Por qué no se aplica ampliamente esta teoría?

A pesar de su solidez matemática y validación histórica, la teoría de Merton rara vez se aplica fuera del mundo académico. Algunas razones incluyen:

  • Dificultad para calcular las variables clave, como la volatilidad de los activos o el rendimiento esperado.
  • Limitaciones prácticas para los inversores minoristas, como la incapacidad para tomar posiciones cortas o pedir préstamos para invertir.
  • Desajuste entre las expectativas de los inversores y la realidad. Muchos prefieren el enfoque de "todo o nada" en lugar de una estrategia metódica de optimización de riesgos.

Un equilibrio entre riesgo y retorno

La teoría de Merton no promete riqueza instantánea, sino una forma racional de maximizar la felicidad financiera ajustando el riesgo al nivel de tolerancia personal.

Por ejemplo:

  • En un mercado volátil, reduce tu exposición a acciones.
  • Si los bonos tienen un rendimiento bajo, aumenta tu inversión en acciones.
  • Acepta que tus ingresos y tu inversión están interconectados.

La paradoja de la inversión racional

El principal obstáculo para la adopción masiva de la teoría de Merton no es su complejidad técnica, sino nuestra propia naturaleza humana. Queremos rendimientos altos sin aceptar los riesgos asociados, y rechazamos los ajustes emocionales necesarios para una estrategia a largo plazo.

Pero, como sugiere esta teoría, la felicidad financiera no proviene de evitar el riesgo por completo, sino de gestionarlo de manera inteligente.