El expresidente Donald Trump es conocido tanto por su amor por la comida rápida como por su fervor por los aranceles. Durante su primer mandato, organizó banquetes de hamburguesas para equipos deportivos y, según sus asesores, solía pedir dos Big Macs y dos hamburguesas de pescado (sin pan). También ha expresado su admiración por la palabra “arancel”, calificándola como “la más hermosa del diccionario” y ordenando recientemente a su secretario del Tesoro analizar los desajustes cambiarios que, según él, afectan la competitividad estadounidense.
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El índice Big Mac y la obsesión de Trump por los aranceles
Escrito el 29/01/2025
4 minutos
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