Basado por Wall Street Journal🖊️
Durante el verano, la economía de Estados Unidos experimentó un auge sorprendente. Según informes del Departamento de Comercio, el Producto Interno Bruto (PIB) creció a una tasa anual ajustada de 4.9% en el tercer trimestre, marcando la tasa más rápida desde finales de 2021. En comparación, el segundo trimestre solo vio un crecimiento del 2.1%.
La principal razón detrás de este impresionante crecimiento fue el aumento en el gasto de los consumidores americanos. 🛍️ A pesar de las expectativas de que el aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal pudiera desacelerar el gasto, los consumidores respondieron con fuerza. De hecho, el gasto del consumidor saltó a una tasa del 4.0% en el tercer trimestre.
Una combinación de factores, como la realización de grandes eventos como conciertos de alto perfil, una robusta oferta laboral y los ahorros acumulados durante la pandemia de COVID-19, contribuyó a esta ola de gastos. Además, la estabilidad de las tasas hipotecarias y los alivios gubernamentales proporcionaron el colchón necesario para que los consumidores se sintieran cómodos gastando.
Sin embargo, este optimismo económico podría enfrentar desafíos en el futuro cercano. ☁️ Las crecientes tasas de interés a largo plazo, conflictos en Ucrania y Medio Oriente, y otros factores domésticos como posibles huelgas laborales prolongadas podrían causar fisuras en la economía.
Además, aunque la Reserva Federal ha señalado que podría mantener las tasas estables en su próxima reunión, la tasa del Tesoro a 10 años de EE.UU. alcanzó el 5% esta semana, influenciando directamente los costos de préstamos y créditos.
Matthew Luzzetti, economista jefe de Deutsche Bank, mencionó que inicialmente se anticipaba que esta fortaleza del consumidor estuviera impulsada por factores especiales, pero los datos recientes sugieren una persistencia en el comportamiento del consumidor.
A pesar de este panorama positivo, hay preocupaciones de que mantener este ritmo de crecimiento sea difícil. Las tasas de interés más altas pueden influir en áreas como la inversión residencial y los gastos de consumo en general. 🏡 Por ejemplo, una subida en las tasas hipotecarias al 8% podría afectar la demanda de viviendas. Además, si se suman factores externos como conflictos en Medio Oriente, esto podría presionar la inflación a través de precios más altos de energía y autos.
Para cerrar, es fundamental señalar que un decrecimiento en el gasto del consumidor sería un golpe para la economía de EE.UU., ya que representa la mayoría del output económico del país. Andrew Hunter, economista adjunto de Capital Economics, expresó que sería sorprendente si el crecimiento del consumo se mantiene tan fuerte en el cuarto trimestre, dadas las condiciones actuales.
Así que, aunque el verano fue un periodo de fuerte crecimiento económico, es crucial para EE.UU. estar preparado y adaptarse a los desafíos que se avecinan. 🌪️📉.