Por Bloomberg🖊️
La amenaza de una huelga inminente de los trabajadores de los tres grandes fabricantes de automóviles de Estados Unidos —Ford Motor Co., General Motors Co., y Stellantis NV— pone al presidente Joe Biden en una encrucijada política delicada. El sindicato United Auto Workers (UAW) ha anunciado que está dispuesto a convocar paros si no se llega a un acuerdo salarial antes del jueves por la noche. Este conflicto plantea un serio dilema para la administración Biden, que busca tanto una industria automovilística más ecológica como la revitalización del empleo.