Por Shawn Donnan🖊️
Si se quieren pruebas de que los grandes cambios en la historia industrial y económica engendran conflictos, la semana pasada proporcionó muchas.
La huelga del United Auto Workers en Estados Unidos y el inicio de una investigación por parte de la Unión Europea sobre los subsidios a los vehículos eléctricos chinos pueden parecer eventos no relacionados. Pero ambos reflejan la angustia por el giro de los fabricantes de automóviles desde los consumidores de gasolina hacia los consumidores de voltios y las cuestiones existenciales sobre la competitividad y la mano de obra que ello conlleva. Y por qué las cosas pueden empeorar.