The Economist
Cada nueva sacudida hacia arriba genera grandes preguntas
Parece que nadie ama el dólar; simplemente no les gustan las alternativas. Y esa aversión solo está creciendo. El DXY, un índice del dólar frente a media docena de monedas importantes, se encuentra en un máximo de 20 años. Entre los trapos sucios más sucios están la libra esterlina, el euro y el yen.