Por Jason Aten🖊
Parece obvio que dirigir una aerolínea es algo bastante complicado. Hay literalmente millones de piezas móviles en un momento dado, y mantener todo funcionando requiere un gran esfuerzo. Hay muchas cosas que pueden salir mal.
Por supuesto, muchas de esas cosas están fuera de su control. El clima, por ejemplo, puede causar grandes problemas a las aerolíneas y no hay casi nada que puedas hacer al respecto. A veces, los miembros de la tripulación se enferman. Además, los aviones son máquinas muy complejas y, a veces, las cosas se rompen o no funcionan bien. Todo eso puede conducir a retrasos.