Guía para gestionar la ansiedad: consejos para tiempos difíciles

Escrito el 27/02/2025
5 minutos


Actualmente, hay muchas razones para estar ansioso. Conflictos globales violentos, desigualdad económica, preocupaciones financieras, el auge de la IA y una elección presidencial en Estados Unidos generan un ambiente de incertidumbre. Para muchos, este contexto se traduce en una constante sensación de tensión, desde el momento en que despertamos hasta que intentamos conciliar el sueño. En este artículo, compartiremos algunas estrategias prácticas para enfrentar la ansiedad mientras cumplimos con nuestras responsabilidades diarias.


1. Desacelera y escucha a tu cuerpo

Es fundamental reconocer cómo se manifiesta la ansiedad en el cuerpo. Una noticia o una alerta en el correo electrónico puede desencadenar respiración superficial, dolor de cabeza o mandíbula tensa. Tomarse un momento para identificar estas señales permite ganar control antes de que la ansiedad nos desborde. Morra Aarons-Mele, experta en ansiedad, recomienda practicar un escaneo corporal para identificar puntos de tensión y realizar preguntas de autoevaluación en diferentes momentos del día, como “¿Cómo me siento a las 9 am, al mediodía, a las 3 pm y a las 6 pm?” Este ejercicio ayuda a desarrollar un “sistema de alerta temprana” que nos permite actuar a tiempo.

Además, descomponer tareas en partes pequeñas y manejables puede hacer que enfrentemos el día sin sentirnos abrumados. No es necesario rendir al máximo en momentos de ansiedad, sino concentrarse en completar algunas tareas y cuidarse al mismo tiempo.

2. No te aísles

Aunque puede ser tentador evitar a otros, a veces rodearse de personas tiene efectos positivos. Ethan Kross, director del Emotion and Self-Control Lab de la Universidad de Michigan, sugiere buscar a alguien que pueda escuchar y aportar una perspectiva objetiva. No es necesario hablar explícitamente de nuestros problemas; a veces, simplemente salir al mundo y realizar una actividad común, como ir a una cafetería o hacer compras, ayuda a alejarnos de nuestras preocupaciones.

3. Practica la disciplina de apoyo

Adoptar una rutina de disciplina de apoyo puede marcar una gran diferencia. Esta práctica no implica forzarse a hacer cosas que detestamos, sino comprometerse a realizar actividades que, aunque no apetecibles en el momento, benefician nuestra salud mental y física. Charlotte Lieberman, escritora especializada en bienestar, sugiere que cada persona encuentre lo que le funciona: meditar, caminar al aire libre, escribir en un diario o incluso probar nuevas aficiones como el dibujo o la música. La clave es persistir en estas prácticas hasta que empiecen a generar un cambio positivo en nuestro estado emocional.

4. Ten un plan de contención para momentos de angustia

Cuando la ansiedad se convierte en angustia intensa es útil tener un plan de acción. La psicóloga clínica Ellen Hendriksen recomienda estrategias simples para estos momentos, como aplicar una bolsa de hielo en el rostro para activar el reflejo de inmersión, una respuesta que calma el sistema nervioso. También es útil tener a mano cualquier herramienta recomendada por un profesional de salud, como medicación, y escribir un plan para momentos de ansiedad extrema.

Si bien la ansiedad es una señal de que nos importa algo, también puede ser abrumadora. Hablar abiertamente de ella es un primer paso para gestionarla. Aunque no siempre es posible “superar” la ansiedad, existen herramientas y personas en quienes apoyarse para seguir adelante y cumplir con nuestras responsabilidades. Recuerda que no estás solo y que pedir ayuda es también un acto de autocuidado.